Existe una realidad silenciosa que se cobra salud, productividad y futuro: la alta carga de trabajo físico.
Cuando la carga física es excesiva, el coste se multiplica
LESIONES, FATIGA ACUMULADA, BAJAS PROLONGADAS...
Y a todo esto hay que añadir que el mercado laboral no da tregua: el envejecimiento de la población y los cambios sociales hacen cada vez más difícil encontrar y retener trabajadores capacitados.
El resultado es una cadena de desgaste:
- Elevado coste por rotación y absentismo laboral.
- Pérdida de conocimiento técnico por bajas prolongadas o jubilaciones anticipadas.
- Rechazo de nuevos talentos a trabajos físicamente exigentes.
- Bajo cumplimiento de normativas ergonómicas y de seguridad laboral.
- Fatiga acumulada que afecta la calidad del trabajo y la seguridad.
