Higiene, seguridad y normativa: claves del vestuario en la industria alimentaria
En el sector alimentario, la ropa de trabajo no es solo una cuestión de imagen o comodidad: es una herramienta de protección que debe cumplir con estrictas normativas para garantizar la seguridad del trabajador y la inocuidad del producto.
¿Cuáles son los estándares más exigentes en esta industria alimentaria?
La gama de vestuario debe cumplir:
- Prendas sin desprendimientos, ideales para entornos donde la limpieza es crítica.
- Soluciones para ambientes fríos, que protegen sin comprometer la movilidad.
- Ropa desechable, perfecta para tareas que requieren máxima higiene y renovación constante.

¿Qué normativa debe cumplir el vestuario alimentario?
- Reglamento (UE) 2016/425 sobre Equipos de Protección Individual (EPI), que exige marcado CE.
- UNE-EN ISO 13688: requisitos generales para ropa de protección.
- UNE-EN 14126: protección frente a agentes biológicos (categoría III).
- UNE-EN 14058 y UNE-EN 342: ropa para ambientes fríos, según temperatura.
- FS Food y BRC Food: normas de calidad que exigen vestuario limpio, exclusivo para uso laboral, y correctamente almacenado y colocado.
Las prendas más habituales incluyen: monos, batas, gorros, cubrebarbas, delantales, guantes y calzado antideslizante. Todas deben ser fáciles de lavar, resistentes y cómodas, sin elementos que puedan contaminar los alimentos.
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¿Qué desafíos enfrenta el sector alimentario con la ropa de protección?
Aunque la normativa es clara, en la práctica surgen varias problemáticas que pueden comprometer la seguridad alimentaria y la protección del trabajador:
- Contaminación cruzada: El uso incorrecto de prendas (por ejemplo, no cambiarse entre zonas o reutilizar ropa desechable) puede provocar contaminación entre áreas limpias y sucias.
- Gestión del lavado y almacenamiento: La ropa reutilizable debe lavarse y desinfectarse adecuadamente. Si no se almacena en condiciones higiénicas, puede convertirse en un vector de contaminación.
- Diseño inadecuado: Prendas con bolsillos externos, cremalleras o botones pueden acumular suciedad o desprenderse, contaminando los alimentos. las normas IFS y BRC recomiendan evitar estos elementos.
- Condiciones térmicas externas: En cámaras frigoríficas o zonas de cocción, la ropa debe proteger sin limitar la movilidad. No contar con prendas adecuadas puede afectar tanto la seguridad como el rendimiento del trabajador.
- Desconocimiento normativo: Muchas empresas no diferencian entre ropa de trabajo y EPI, lo que puede llevar a incumplimientos legales. Solo los EPI están diseñados para proteger frente a riesgos específicos y deben tener marcado CE.
- Sostenibilidad y residuos: El uso de ropa desechable genera residuos que deben gestionarse correctamente. Además, hay una creciente demanda de materiales sostenibles que cumplan con las normativas sin comprometer el medio ambiente.
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